Cuando escucho a hombres o a mujeres decir, “no puedo ser honesto (a) porque mi pareja todo lo malinterpreta y crea una gran crisis de una pequeña situación”, me doy cuenta de cuanto deterioro hay en las relaciones matrimoniales. Si bien es cierto, algunas parejas tienen experiencias de las cuales crecen y maduran; mientras que hay otras, que sus experiencias son una razón más para pelear, discutir, enojarse y distanciarse. Entiendo que decimos y hacemos cosas que ofenden a nuestras parejas, por ende, es necesario pedir disculpas y dejar de hacer el daño que constantemente deseamos evitar, pero que continuamos ejerciendo. Si eres culpable, pide disculpas. Si no eres culpable, pídelas también para que tengas muchas estrellitas en la corona que Dios te dará en el cielo. Bueno, esa es la versión eclesiástica, y aunque hay un cierto grado de realidad en ese principio, la disculpa tiene que ir acompañada de pequeños cambios. Pero, tener que disculparte sin tener culpa solo para saciar los caprichos de una pareja que se resiste a escuchar, valorar y a respetarte como ser humano y su cónyuge, son otros 20 dólares. ¡No te conviertas victima! Establece límites para que puedas experimentar la salud matrimonial.
Un abrazo,
Dra. Dórily Esquilin
Coach de Matrimonios

Gracias Dra. Dorily
Es siempre una bendición seguir creciendo en nuestra relación matrinomnial y relaciones interpersonales. Llevar la paz.